Como ya sabemos, la infección por COVID-19 provoca una inflamación neuronal en los seres humanos, lo que provoca, entre otras cosas, la ausencia de olfato y gusto;
Sin embargo, una nueva investigación demuestra que la pérdida de audición también puede producirse tras la infección por el virus COVID-19.

Los investigadores de la Universidad de Manchester* han encontrado una relación entre los problemas de audición y el Covid-19 en más de 56 estudios.

Tras la contaminación con COVID, 26 de estos estudios detectaron acúfenos frecuentes en los pacientes. Los datos resumidos por los investigadores revelan que alrededor del 15% de los pacientes de Covid-19 experimentan zumbidos perpetuos en los oídos.


En más de 30 de los 56 estudios se encontró una pérdida de audición genérica. Lo que demuestra que alrededor del 8% de las personas con el virus de la corona tienen problemas de audición.

El inicio de la pérdida de audición suele ser brusco y afecta a ambos oídos. Sin embargo, también puede desarrollarse gradualmente o afectar sólo a un oído.



El efecto a largo plazo de la infección por Covid-19 en la audición no se ha confirmado del todo. Además, otros virus como el sarampión, las paperas y la meningitis también pueden causar daños auditivos permanentes.

Sin embargo, el Covid-19 ataca el sistema nervioso y también ciertos tipos de células de los pulmones y la sangre.

Las investigaciones* sugieren que el Covid-19 puede provocar una inflamación del nervio auditivo y del oído interno. También es importante tener en cuenta que una reacción del sistema inmunitario al virus también puede desencadenar la inflamación del sistema auditivo.



Tobias Kleinjung, otorrinolaringólogo de Zúrich, explica que
"Esta afirmación es medicalmente plausible, pero difícil de probar. Kleinjung explica que "el aumento de las quejas por acúfenos en las personas infectadas podría deberse también al estrés causado por la infección."
Por otro lado, también podría ser que la medicación contra el coronavirus fuera la causa del tinnitus y la pérdida de audición.

De hecho, sabemos que los fármacos como la quinina, la cloroquina y la hidroxicloroquina que se utilizan para tratar el virus pueden provocar un riesgo de pérdida de audición, pitidos en los oídos o mareos y aturdimiento.